Taberna Principal

Nana rió al oír esto.
-Amí no me molesta, puedo seguir dándote tantos besos como quieras-replicó, mientras se tomaba la suya y la de él de un trago.

La sonrisa se borró del rostro de Nana.
-Bueno...-antes de contestar se volvió y se tomó la cerveza como quien se toma una medicina-. Bueno... es para olvidar... pero está bien, ya se me está olvidando-añadió, volviendo a sonreír y besando de nuevo al joven.

Nana rió de nuevo; ya estaba bastante ebria.
-Oh, nada en especial-replicó-. Un chico con el que me acosté hace tiempo... pero no importa, de todos modos ya se me está olvidando-soltó otra risa alegre y volvió a besarlo, esta vez de manera más atrevida, metiendo su lengua dentro de su boca como si buscara robarle el aliento.

Nana bebió con avidez su cerveza y se tomó su tiempo para contestar, mientras besaba a Hitokiri con la misma avidez.
-Hmm... bueno, se podría decir que sí-respondió finalmente, con una graciosa expresión pensativa, como si estuviera pensando si iría a llover esa noche-. Era bastante lindo... creo.

Hitokiri se quedó pensando un poco mirando a la chica. Despues con una mirada alegre le empezó a hablar

Mas que yo o no?- esta pregunta la realizó con su mano derecha en la nuca y sonriendo-

-hmm...-Nana conservó unos instantes su encantadora expresión pensativa, y luego se inclinó hacia Hitokiri y lo besó de nuevo-. En realidad si, pero no importa... tú eres más interesante.

<<No creo que consiga olvidarlo mientras viva>>, pensó, lo que le provocó otra risa de ebria.
-Jajaja... prefiero seguir bebiendo y divertirme contigo-repuso, mientras volvía a besarlo-. Oye, pero ya te di dos besos seguidos... me debes dos cervezas... a menos que prefieras pagarme con algo más...

Nana volvió a besarlo, de forma más incitante esta vez, colocando su mano sobre el pecho de Hitokiri, y habló en voz baja, rozando la oreja de él con sus labios.
-Con algo más que besos... ya sabes de qué hablo-repuso, y le mordió suavemente la oreja.

Nana sonrió, encantada. <<Dos en un día>>, pensó, con lo que le quedaba de raciocinio. <<Esta taberna es genial>>. Se levantó con cierta dificultad, agarrándose de Hitokiri, y lo siguió sin fijarse demasiado por donde iba.

Hitokiri fue con ella hasta la salida y cuando estaba por salir se giró y vió que no estaba muy dispuesta a andar, la agarró cojiendola y llevandola el ya que no podria andar ella sola

OFF: Esto sigue en la Zona de Viviendas.

Sephiel entró con la cabeza gacha y algo molesto a la taberna con una inmensa espada con finos detalles en el filo al hombro envuelta en unas vendas mientras se acercaba a la barra.
El tabernero parecía extremadamente feliz al verlo llegar y le mostró el papel que Sephiel le había entregado cuando se encontraba con Nana.
Sephiel dejó aquella espada sobre la barra atrallendo la mirada de todos los presentes, el tabernero tomó con rapidez aquel arma y la llevó a su despacho agradeciendo infinitamente a Sephiel.

Por nada... cuidala, es de muy buena calidad-Dijo muy serio mientras pedía una cerveza y comenzaba a bebersela pensativo.

Estaba algo molesto por todo lo que le habia sucedido... lo de aquella chica, el hecho de haber perdido su oportunidad de acceder a cristal y todo aquello lo irritaba poco a poco.

Luego de un par de copas se puso de pié saludando con la cabeza al tabernero que examinaba feliz aquel arma y se retiró caminando aun ciertamente molesto por lo que le venía ocurriendo ultimamente...